Según indica Oriol-Bosch podemos definir resiliencia como un “complejo constructo conceptual desarrollado originalmente en el ámbito de la psicología y adoptado por la sociología, que llega también a las ciencias políticas y a las educativas y que irremediablemente ganará pronto la atención en educación médica” y que podemos identificar como fortaleza según indica la RAE.
Se trata de un concepto sobre el cual los últimos tiempos “se ha acentuado el interés por el potencial papel de la personalidad y la neurobiología en la configuración de la resiliencia” (Cabañes, 2000, p. 145).
CONCEPTO DE RESILIENCIA
Resiliencia es un término empleado tanto por profesionales de la salud como de la docencia para referirnos a aquellas personas que ha sufrido experiencias extremadamente dolorosas pero que han logrado encontrar la luz o el camino para después vivir una vida equilibrada. Será tras la Segunda Guerra Mundial cuando Ana Freud y Francoise Dolto constataron la anterior afirmación con el estudio de niños sobre la resiliencia (Rodríguez Piaggio, 2009, p. 293).
Boris Cyrulnik indica que para tratar la resiliencia debemos contemplar tres aspectos importantes:
● la adquisición de los recursos internos impresos en el temperamento desde los primeros años dará forma a como enfrentarse frente a las agresiones que el devenir del tiempo acontecerá.
● la estructura de la agresión explica los daños que se le han infringido en el primer momento.
● encontrar lugares de afecto, palabras y acciones sociales le darán los medios para reemprender su desarrollo influenciado por el daño.
Serán Meneghel, Salanova y Martínez (2013, p. 15) quien tras su definición sobre resiliencia, la cual considera “ la habilidad de adoptar medidas tanto reactivas como proactivas frente a las adversidades (Longstaff, 2005)” quienes consideren dos tipos de resiliencia:
● Reactiva: aquella que tiene en cuenta fracasos, traumas y acontecimientos positivos con un impacto destructivo y de ahí deber recuperarse. Es en este momento cuando la resiliencia facilita el reconocimiento de este impacto y se le dedique tiempo y recursos para la recuperación y encontrar el equilibrio donde la “resiliencia favorece también una preparación de tipo más proactivo de cara a las dificultades, más potencial que responsiva, que tiene el objetivo de anticipar, estructurar y minimizar el impacto de los acontecimientos estresantes que se pueden presentar (Luthans, 2006)”.
● Proactiva: se sirve de varias estrategias, como por ejemplo, la capacidad de toma de decisiones y el mantenimiento de una visión positiva.
RESILIENCIA Y ESCUELA
Para empezar ente punto encontramos como premisa la expuesta por Forés y Grané (2012, p. 14) en la cual se conjuga felicidad con educación excelente siendo necesario para construir esta entornos educativos felices donde la gente se estime y convivan. Se trata, en definitiva, de comunidades apreciativas siendo la escuela apreciativas “aquella que posibilita a cada uno de sus miembros utilizar sus recursos, sus valores, sus fortalezas y habilidades para afrontar dificultades y/o desafios e innovar” (p.15).
Según Noriega, Angulo y Angulo Noriega (p.42) “en la actualidad todo docente y estudiante, y de hecho toda persona, niño, joven, maduro o anciano, requiere desarrollar resiliencia”. Estos autores nos hablan sobre la persona resiliente como aquella que reconoce el dolor, la lucha y el sufrimiento de igual manera que entienden que así debe ser concebida en educación alejándose el concepto resiliente de una concepción médica y aproximándose a “un modelo pedagógico proactivo basado en el bienestar, el cual se centra en la adquisición de competencias y eficacia propias” siempre teniendo en mente la reconstrucción, superación del dolor y aprender a vivir.
Finalmente debemos decir que según estos autores “La resiliencia no debe considerarse como una capacidad estática, puede variar a través del tiempo y las circunstancias. Es el resultado de una armonía entre factores de riesgo, factores protectores y la personalidad del ser humano.” (p.43)
Estos mismos autores conciben al docente como el o la facilitador de todos los aprendizajes significativos y donde los ambientes de aprendizajes influyen el el desarrollo de sus alumnos. Esta afirmación es de gran importancia dado que “después de la familia, la escuela es un ambiente clave, fundamental para que los niños adquirieran las competencias necesarias para salir adelante gracias su capacidad para sobreponerse a la adversidad” (p.44).
WEBGRAFÍA
Cabanyes Truffino, J.: Resiliencia: una aproximación al concepto.
Cyrulnik, B: Los patitos feos: La resiliencia. Una infancia infeliz no determina la vida. Penguin Random House Grupo Editorial España.
Educación Médica, Educ. méd. vol.15 no.2 jun. 2012
Forés i Miravalles, A. y Grané Ortega, J. (2012): La resiliencia en entornos socioeducativos.
Narcea, S. A. Meneghel, I., Salanova, M. y Martínez, I. (2013): El camino de la Resiliencia Organizacional - Una revisión teórica. Revista de Psicologia, Ciències de l’Educació i de l’Esport. Aloma, 2013, 31(2), 13-24
Noriega Aguilar, M.G., Angulo Arjona, B. y Angulo Noriega G. (2015): La resiliencia en la educación, la escuela y la vida. Perspectivas docentes 58 TEXTOS Y CONTEXTOS (p. 42-48)
Rodríguez Piaggio, A. M.: Resiliencia. Rev. psicopedag. [online]. 2009, vol.26, n.80, pp. 291-302. ISSN 0103-8486.
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